HC - Llamarada

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miércoles, 1 de febrero de 2017

De Hogares Claret a la Misión etnoeducativa en el Chocó

Oscar Darío Valle
Hacia un nuevo servicio misionero


«Hoy comienza una experiencia nueva que fortalecerá mi vida y mis opciones, Dios me guíe y me acompañe. Con toda la moral, pa´lante es para donde es... Chocó, aquí voy!»
   Con este mensaje en Facebook y las primeras fotografías de su llegada a Riosucio, a la orilla del río Atrato, marca este joven Misionero claretiano, próximo a ordenarse sacerdote, el fin de su trabajo en la Fundación y el comienzo de una desafiante aventura al servicio del Evangelio, a la que ha sido destinado por los Superiores de la Provincia de Colombia-Venezuela.
   El itinerario de Oscar en los Hogares empezó como experiencia de apostolado durante sus años de Seminario. Al retirarse temporalmente de la comunidad en 2008, trabajó un año como Educador en el Oasis, el Hogar de responsabilidad penal para adolescentes de Barranquilla. Luego de regresar a los Claretianos, tras una estadía en Estados Unidos vuelve a colaborar en ese mismo Hogar, durante los dos años de su experiencia pastoral en la Parroquia de Nuestra Señora de Chiquinquirá, en la capital del Atlántico. 
   Desde el año anterior formaba parte, con los Padres Gabriel, Orlando y José Fernando, de la comunidad que, en Medellín, está al frente de la Fundación. Trabajó con entusiasmo y dedicación en tres frentes: como integrante del equipo nacional de Espiritualidad, como docente de los diplomados y cursos virtuales y como orientador y acompañante del Hogar Casa de egreso.
   Su nuevo compromiso misionero es exigente y de vanguardia también: la Dirección del Colegio Rural Claret de Riosucio, en el Bajo Atrato chocoano.
 


   La orientación etnoeducativa, el desplazamiento de los docentes a los caseríos para las clases, el compromiso evangelizador en el postconflicto en una zona particularmente golpeada por la guerra, son algunos de los retos que ha de enfrentar ahora Oscar, con sus nuevos compañeros de comunidad.
  La Fundación le agradece a este cordial Claretiano el aporte de su simpatía, entusiasmo y servicialidad.